El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Como seres humanos vivimos en constante cambio, y evolución y cada día, nos sumimos en rutinas que nos consumen lentamente y en silencio ¿o acaso te diste cuenta que un nuevo año está a punto de terminar? Ya van casi 365 días, en los cuales hemos creado nuevas memorias, descubierto nuevas situaciones y recorrido caminos que nos han traído hasta el lugar en el cual nos encontramos el día de hoy pero ¿cómo plasmas tantas ideas, buenos deseos y sentimientos en un discurso?

Este año, como equipo Frutilla, nos hemos unido como familia, y hemos sido conscientes de que podemos afrontar cualquier nuevo reto. A pesar de las dificultades, hemos logrado reconocer las fortalezas y debilidades de cada una y afianzarlas, entendiendo que la debilidad y la fortaleza, crean a cada una de nuestras hermosas frutillas. También hemos creado lazos con ustedes: personas especiales, fuertes, valiosas y hermosas que nos acompañaron estos casi 365 días. Personas que en este momento a pesar de estar en diferentes partes del mundo, podemos considerar parte de nuestra familia.

Familia frutilla, este nuevo año que comienza, no dejes que la llama dentro de ti se extinga. La llama de la fe, la esperanza y el amor. Esa llama que día a día alimenta tu alma y sirve como motor de arranque cuando sientes que no puedes más. Traza tus propias metas aunque te estés muriendo de miedo. Sin metas no hay logros y sin logros, las personas no evolucionan. Aprovecha tu tiempo y da lo mejor de ti, no esperando recibir lo mismo a cambio, sino por la satisfacción de ser una mejor persona.

Este año, de parte de todo el equipo frutilla, deseamos que puedas reunirte con tus seres queridos y compartir gratos momentos. Deseamos paz y amor para tu hogar, prosperidad y muchas bendiciones.

A. Leight.