¡Hola a Todos!

Hoy, vamos a hablar sobre los Tipos de Narradores.

 En el Fruti-consejo #7 nos centramos en definir qué es el narrador en un escrito y cómo funciona, ya que, para poder explorar las características de cada tipo de narrador, es necesario entender primero qué función cumple este en la narración y cómo podemos identificarlo. Así, dijimos que el narrador no es más que una herramienta de comunicación cuyas características van a depender de una serie de decisiones que le brindarán una “personalidad” especifica. Los tipos de narrador van a estar determinados por el punto de vista de este y las características que el autor le haya otorgado. La diferenciación más habitual es por la persona del verbo con la que se identifica el narrador. 

Para hacer estas diferencias más evidentes intentamos buscar ejemplos de otros medios además del escrito, pues como ya habíamos dicho, el narrador está presente en todas las relaciones de comunicación y todas las maneras de contar una historia. En este caso escogimos comparar cada tipo de narrador con la interfaz de jugabilidad de algunos de nuestros videojuegos favoritos. ¡Esperamos sea de ayuda!

 Narradores en tercera persona

Este tipo de narradores todo lo ven y todo lo saben. No solo conocen en detalle lo que está sucediendo, sino que está metido en la cabeza y en el corazón de los personajes. Básicamente, es como el sistema de juego de Los Sims, pero con la autonomía activada. El narrador, en este caso, es testigo de todo lo que hace, quiere y siente “la unidad familiar” con la que está jugando. Puede mirar a todos los personajes desde arriba en una panorámica general o puede observar de cerca a cada uno individualmente.

En la literatura, algunos de ellos pueden ser:

Omnisciente: Es antiquísimo. No interviene en la trama, no tiene opinión, ni voz propia, solo existe para contar el relato y aunque sabe todo sobre los personajes, no se sabe nada él. Al tener la libertad de narrar todos los puntos de vista, puede tornarse caótico si no se maneja con cuidado. El ejemplo más explicito que se me ocurre de este narrador es el libro del Génesis en la Biblia el cual cuenta con un narrador totalmente omnisciente y nunca mejor dicho ¿no?

«1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2 y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3 y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.»

Equisciente: Se diferencia del anterior en que se centra en un solo personaje, sabe todo acerca de ese personaje, pero no sabe más que este. El ejemplo más común es la saga de Harry Potter, en la cual se le van develando los secretos de la trama al lector al mismo tiempo que a Harry, el protagonista.

«Harry Potter era un mago…, un mago que acababa de terminar el primer curso en el Colegio Hogwarts de Magia. Y si a los Dursley no les gustaba que Harry pasara con ellos las vacaciones, su desagrado no era nada comparado con el de su sobrino. Añoraba tanto Hogwarts que estar lejos de allí era como tener un dolor de estómago permanente.»

Cámara: Este narrador también es un observador que no participa en la historia, sin embargo, solo cuenta lo que ve y escucha, no puede saber los sentimientos o pensamientos de los personajes. Es objetivo, es decir, que no emite juicios ni opiniones personales sobre los acontecimientos que cuenta. Este narrador lo podemos encontrar en De qué hablamos cuando hablamos de amor de Raymond Carver.

«Estaba el coche de Vera, y ninguno más, y Burt dio gracias por ello. Entró por el camino de acceso y se detuvo junto a la tarta que se le había caído la noche anterior. Seguía allí: el recipiente de aluminio volcado, el halo de relleno de calabaza sobre el pavimento. Era el día siguiente a Navidad.»

Narradores en segunda persona

Es aquel que relata la historia directamente al lector y “habla” o se refiere a este directamente en su discurso, un juego podría ser la historia gráfica Doki, Doki Literature Club.

No suelen ser utilizados en la totalidad de la novela, sin embargo, puede verse en algunas novelas epistolares cuando el destinario de la carta se confunde con el lector como por ejemplo Drácula de Bram Stoker.

 «Mi muy querida Lucy. Perdona mi tardanza en escribirte, pero he estado verdaderamente sobrecargada de trabajo. La vida de una ayudante de director de escuela es angustiosa. Me muero de ganas de estar contigo, y a orillas del mar, donde podamos hablar con libertad y construir nuestros castillos en el aire.»

O cuando el narrador le habla a algún personaje de la novela como en el caso de La Nación de las bestias de Mariana Palova.

«¡Por los muertos, detective! Es triste darme cuenta que, aun a tus jóvenes cuarenta y tres años, te quedan pocas ganas de lidiar con el celo femenino; una lástima, porque a pesar de tu mal carácter, más de una mujer en esta ciudad considera que tu sangre latina y tu físico innegablemente atractivo, te hacen un espécimen espléndido. Pero supongo que tu indiferencia —o desgano— hacia cualquier contacto humano no es algo que se quite con el tiempo.»

 Narradores en primera persona

 Son esos en los que la experiencia la vives por medio de los ojos del protagonista o quién sea que cuente la historia. Los típicos videojuegos que mejor muestran esto son los personal shooter tipo Call of Duty, Overwatch y Halo. O si buscas alguno con una historia más compleja podrías jugar a Bioshock.

Protagonista: Es el más usado en literatura juvenil y de aventuras, es el mismo protagonista quien va contando su historia, es totalmente subjetivo y tiene información parcializada solo limitada a lo que el mismo sabe. Como algunos ejemplos tenemos a la mayoría de los cuentos de Allan Poe, Los Juegos del Hambre y Ready Player One.

«No espero ni pido que alguien crea en el extraño, aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma.»

El Gato Negro de Edgar Allan Poe.

Testigo: Este narrador, no es al que le suceden los hechos de la historia, muchas veces ni siquiera es un personaje segundario. Un ejemplo claro de este es la muerte en La ladrona de Libros de Markus Zusak. La muerte está presente en todos los momentos claves de la vida de la protagonista, pero no interactúa con ella.

«Durante ese par de días me dediqué a mis cosas. Viajé por todo el mundo como siempre, acompañando las almas hasta la cinta transportadora de la eternidad. Las observaba avanzar poco a poco, sin oponer resistencia. Varias veces me dije que debía mantenerme a distancia del entierro del hermano de Liesel Meminger, pero no seguí mi propio consejo.»

También puede no haber presenciado los acontecimientos que relata, sino que recopiló la información de personajes que, si lo vivieron, un ejemplo de este caso es el narrador de Crónicas de una muerte anunciada de García Márquez el cual va y viene entre ambos.

«El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato.»

Monólogo Interior: Es un tipo de relato en el que lo que le importa contar al protagonista es sus pensamientos y sentimientos ante las diferentes situaciones, por lo que el entorno de este pasa a segundo plano. Podemos apreciarlo en Casas vacías de Brenda Navarro.

«Vi poco. ¿Qué vi? Busco entre el urdimbre de recuerdos visuales cada detalle de los hilos conductores que me lleven, al menos un segundo, a saber en qué momento. ¿En qué momento? ¿Cuál? No volví a ver a Daniel. ¿En qué momento, en qué instante, entre qué gritito de un cuerpo de tres años contenido, él se fue? ¿Qué fue lo que pasó? Vi poco.»

Estos son algunos de los narradores más típicos que podemos encontrar en cualquier obra. Por supuesto que cada autor le pone su impronta, sus límites y parámetros, incluso hasta mezclas. Pero, si eres un principiante, como en cualquier diciplina, mejor apegarse a lo básico mientras ganas experiencia para atreverte a experimentar. Esperamos que puedas usar todos estos ejemplos para armarte una idea de cómo puedes utilizar el narrador para transmitir la imagen de lo que intestas comunicar y la infinidad de maneras de lograrlo.

¡Con esto concluimos nuestros Fruti-consejos sobre los narradores!

Esperamos haya sido de ayuda.

 Lilyth

Jefa de Ayuda EF.